martes, 11 de septiembre de 2007

Recuerdos de juventud

¿Recuerdas a la vecina del bajo, esa que vivía con tantos gatos? Si, la que decíamos que era una bruja, y que los gatos en realidad eran niños convertidos para ser sus sirvientes. ¡Que gracia el día que Pedro no fue a clase!

Todos decíamos que a lo mejor la bruja lo había convertido en gato, medio en broma, hasta que, al pasar al lado de la puerta, vimos como un gatito pequeño intentaba salir de la casa, pero la anciana lo cogió antes, y empezó a regañarle como nos lo decía a nosotros. De inmediato organizamos una operación de rescate, pensando en como entrar en la casa sin que nos descubriera, o nos convertiría en gatos a nosotros también. Sabíamos que siempre salía a media tarde, y después volvía con las bolsas del súper de la esquina, ese donde teníamos que comprar el pan. A nuestros padres les pareció raro que no estuviéramos viendo Barrio Sésamo mientras merendábamos, pero queríamos estar atentos a cuando salía para no perder tiempo. Luis si puso Barrio Sésamo, y decía que la señora volvería para cuando acabara, que nos avisaría entonces. Pobre Luis, siempre tenia miedo, siempre intentaba participar, pero de forma que después no pudieran echarle las culpas.

La "bruja" salió de la casa poco después de que empezara Barrio Sésamo, y fuimos corriendo al piso de abajo. Nos reunimos allí todos (menos Luis), y abrimos la puerta, que había dejado abierta. Entramos uno a uno, en silencio, y los vimos. Decenas de gatos, por todas partes, de todos los tamaños y colores. Empezamos a buscar a "Pedro", sabíamos que era mas pequeño que los otros, de color negro y marrón, con algunas manchas blancas. Le llamábamos en voz baja, pues no queríamos que nos oyeran nuestros padres, y mirábamos debajo de los muebles, en la cocina, hasta Juan miro dentro del armario (siempre fue el mas atrevido). Hasta que lo encontramos encima de un sofá, algo dormido. Lo cogimos y nos fuimos corriendo de la casa. Justo salíamos cuando Luis empezó a gritar "¡Ya ha terminado, corred que ya ha terminado!".

Corrimos hasta llegar a la casa de Pedro, dispuestos a decirle a sus padres lo que la "bruja" de los gatos le había hecho, cuando vimos a Pedro de la mano de su madre. Acaba de volver del medico, que se había levantado con fiebre, pero que era poca cosa y que mañana volvería al cole. Entraron en la casa, y nos quedamos con el gatito en las manos, preguntándonos que quien seria. Entonces llegaron nuestros padres con la "bruja". Al parecer nos había visto salir corriendo de la casa, y nos pidió que le devolviéramos el gatito. Empezamos a defendernos diciendo que era un niño y que lo había convertido en gato, hasta que nos enseño varios gatitos de no mas de un mes. Una de las gatas había dado a luz, y la señora los cuidaba.

Nunca olvidaré a esa señora.

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