viernes, 14 de septiembre de 2007

Basado en .hack

El lugar era un campo florido al lado de un enorme bosque. El sol empezaba a caer detrás de unas lejanas montañas, y pronto saldría la luna. Sentada en lo alto de una colina, ella esperaba con anhelo que esta asomase. Solo entonces podría intervenir. Desvió la mirada hacia el campo, y vio a los tres valientes correr, seguidos de lejos por un grupo de cinco que les iban ganando terreno poco a poco. Miró con impaciencia una vez mas el sol ponerse, y decidió acercarse al grupo invisible, sabedora de que aun no podía hacer nada, pues tenía que cumplir la promesa. Se levantó con decisión, musitó unas palabras mientras hacia unos gestos, y desapareció.



Acababan de vencer al monstruo y conseguir el Corazón del Devorador, cuando apareció el grupo de PKs. Eran más, y seguramente serían más poderosos, así que optaron por la retirada campo a través. Con pasos veloces, los tres se internaron en el bosque, con la esperanza de poder despistarlos. Los colores de las ropas de dos de ellos, rojos vivos mezclados con blancos puros y amarillos, impedían que los árboles ayudasen a ocultarles de la vista de los perseguidores, mientras que el verde y marrón de las del tercero le daban mas protección. Aun así, una flecha disparada por sus perseguidores estuvo a punto de darle.

- Están demasiado cerca. – Comentó al ver lo cerca que había pasado el disparo. – No logramos dejarlos atrás.

- Vi a uno de ellos lanzar “Velocidad en grupo”- dijo uno de los multicolores –, debe sacarnos al menos 5 niveles para poder usarlo. Lo llevamos mal.

- Crossen, tu llevas el objeto de la quest, así que basta con que llegues a salvo al portal para poder concluirla. – Ordenó el tercer corredor al que acababa de hablar. – Daynitgh y yo intentaremos entretenerles para darte tiempo. Cuando caigamos, intentaremos pedir ayuda por el canal general, quizás alguien nos pueda echar una mano.

- De acuerdo – contestaron los dos casi a la vez.

El llamado Crossen, uno de los dos de colores llamativos, siguió corriendo mientras sus compañeros frenaban para sacrificarse. En seguida le llegó el ruido del combate, pero no tardó en alejarse demasiado para seguir escuchando. El sol ya se había puesto, y no tardaría en salir la luna. Ya podía ver las luces del portal entre los árboles, y casi distinguía la forma ovalada entre las ramas. Pero por levantar la vista, no se fijo en una grieta que había abierta ante él. Cuando quiso darse cuenta, estaba en el fondo de esta. Escaló por la pared lo mas rápido que pudo, y salió a un claro al final del cual estaba la deseada salida. Pero no estaba solo. Los cinco PKs le esperaban. Uno de ellos, un grandullón de pecho descubierto y totalmente tatuado, se le acercó, y sin decir palabra alguna le propinó un puñetazo en el estomago.

- Parece que ya hemos terminado la carrera. – Habló uno de ellos, el único de los cinco vestido de forma elegante. – Tus amigos fueron poca diversión, aparte de que no llevaban nada de interés. Esperemos que tu nos entretengas algo mas.

El gigante le propinó otro golpe, ahora en la cara, que a punto estuvo de volver a mandarle a la grieta. Los demás empezaron a reír a carcajadas, y con las primeras luces de la luna Crossen vio las cinco siluetas detrás del tatuado. “Es curioso”, pensaba mientras esperaba recibir el siguiente golpe, “juraría que eran solo cinco , no seis”. Y mientras el puño se dirigía hacia él, oyó a la sexta figura decir:

- Por fin asoma... – Susurró una dulce voz.

El puño no le alcanzó nunca. Simplemente, se detuvo a pocos centímetros de su cara. Pero él no miraba el puño. Miraba al bruto que había detrás de este. Miraba la cara de asombro y miedo de quien se ve incapaz de moverse. Volvió a la realidad, y se alejo de aquel “Sansón” paralizado. Y vio al resto de la banda con caras similares, todos mirando a un lado, donde estaba la persona que había hablado. La persona que había contado de mas. Una fémina que apuntaba al gigantón con un báculo, mientras sus labios se movían. Giró el báculo, lo alzo y al momento cayo un rayo de algún punto del cielo sobre el tatuado. Apuntó con el báculo al resto de PKs.


La piel de su cuerpo resplandecía bajo la luna, dando luz como si fuera un pedazo que había tomado forma humana. El azul de su vestido y de su pelo recordaba el cielo cuando el sol ya se ha puesto, pero la oscuridad aun no ha empezado su dominio. Movió el báculo hacía su derecha, dejando una estela de estrellas de brillo celeste, y empezó a levitar a unos pocos centímetros del suelo.

- Esto es solo un aviso. – Dijo, mientras la luna resplandecía detrás suya. – Largaos de aquí, o acabareis como él. – Señaló al montón humeante que había sido el grandullón.

Uno dio unos pasos hacia atrás. Los otros tres saltaron a por ella, sacando las armas. El primero de ellos cayó al suelo derribado por otro rayo. El segundo recibió un golpe en el abdomen, y esquivó al tercero con un suave movimiento, que se llevo dos impactos en la cabeza. El segundo se recuperó del golpe, y se levanto hacia ella, que recito una letanía, convocando una ola de aire que lanzo al PK contra un árbol. En cuanto acabó con el ultimo de los atacantes, el otro ya estaba entrando en el portal.

- Muchas gra... – Comenzó a decir Crossen, cuando la chica le corto.

- No hay por que darlas. – Dijo, hablando de forma animada. – Por un momento temí no poder intervenir a tiempo. Menos mal que se lo tomaron con calma. Por cierto, – una sonrisa ilumino su rostro – mi nombre es WatchMoon, ¿cómo te llamas?

1 comentario:

Iriem dijo...

Bienvenido de nuevo al mundo de la literatura! Ya te echaba de menos, je je je